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¿PARA QUE HACER UN PLAN DE PARTO?


Hoy en día hay muchas parejas que están más informadas sobre sus derechos en el proceso de la paternidad y crianza de los hijos, esto se debe a que gracias a las nuevas tecnologías tenemos mayor acceso a la información, lo que está derribando la barrera de comunicación que existe con los equipos de salud.

Antes que nada el nacimiento de un hijo es un regalo maravilloso y una gran oportunidad para disfrutar de este momento, ya que la llegada de un hijo impacta profundamente la vida de la mujer, la pareja y la familia, y es por ello que las decisiones de la forma que llegará a este mundo así como se ha concebido en tu vientre es materia de la esfera sexual e intimidad sexual de la pareja; Si bien es cierto, que la “opinión” médica es relevante a la hora de enfrentarse a enfermedades que pongan en riesgo la vida debemos tener la claridad que un embarazo no es una enfermedad, partiendo de esta base no permitas que te asusten o chantajeen emocionalmente con las típicas frases: le puede pasar algo a tu bebe….., tiene el cordón en el cuello y se puede asfixiar……, es muy grande y no podrá salir……., hay que inducir el parto a las 38 semanas……..

Si el embarazo se ha desarrollado de manera normal, la madre es sana, no debería haber problemas para que pueda nacer el bebé.

Los equipos médicos deberán acostumbrarse a que cada vez más seamos las mujeres las que decidamos como traer nuestros hijos al mundo, por dos razones: la primera y fundamental es que el hijo saldrá de TU interior y segundo es que estás pagando para que te brinden el servicio que tu esperas recibir y no lo que quieran hacer contigo.

Tras este concepto el plan de parto es una herramienta que te ayudará a ordenar ideas y expectativas sobre este maravilloso acontecimiento.

El plan de parto es un documento que la pareja puede elaborar para clarificar sus metas y valores con relación a lo que desean durante la experiencia del nacimiento de su hijo. Ayuda a lograr una atención personalizada e individualizada y a mantener una buena relación con matronas, el ginecólogo, el pediatra y personal del hospital, ya que permite negociar con ellos los deseos que la pareja tiene para la atención durante el parto y los cuidados para el bebé.

La palabra "negociar" significa llegar a un acuerdo entre los interesados. Algunas cosas se ganan y otras se pierden, llegando a un acuerdo que deberá respetarse en la medida en que esto sea posible y no se presenten situaciones que alteren significativamente los planes originales.

Características de un Plan para el Parto efectivo:

1. Corto. Entre más breve y preciso sea el plan, mayor oportunidad habrá de que el médico lo lea cuidadosamente y le ponga la atención debida para negociar con los futuros padres sus necesidades y deseos. Es conveniente elaborar un plan que vaya al grano.

2. Realista y Relevante. Asegurarse de que lo que se solicita está disponible y va de acuerdo a la situación médica personal de la paciente. Se puede elaborar un plan para el ginecólogo y otro para el pediatra; es mejor mencionar las cosas que se desean lograr con el profesional de la salud que corresponde. Describir claramente los deseos y disponerse a negociar alternativas en caso de no ser posible obtener determinadas cosas.

3. Positivo. Evitar manifestar los deseos mencionando lo que NO quieren; en lugar de listar todos los "no quiero", habrá de mencionar lo que SI se desea. Ejemplos de una negociación efectiva sería: "Deseamos tener un parto lo más natural que se pueda." o bien "Nos gustaría que nos dedique un tiempo extra para explicarnos con mayor detenimiento el procedimiento que usted sugiere para poder tomar una decisión correcta."

4. Personal. El plan para el parto no es un machote que debe llenarse, sino más bien es la manifestación de los deseos personales de los futuros padres. Entre más individual sea el plan, mejor aceptación tendrá de parte de los médicos involucrados en el acuerdo, será más significativo y seguramente respetado.

5. Basado en los sentimientos. Es mejor no referirse a libros o artículos que hablen de las ventajas de lo que los pacientes han elegido para su parto. Es mejor hablar de sus experiencias y sentimientos. A ningún médico le gusta sentir que los pacientes saben su negocio, son más expertos o saben mejor que ellos; en cambio nadie puede argumentar acerca de sus sentimientos y deseos si los manifiestan con claridad y determinación.

Lo que se debe evitar:

1. Inflexibilidad. A los médicos les molesta discutir planes para el parto en los que se mencionan algunos procedimientos que definitivamente no quieren que se les realicen. Un plan efectivo y exitoso es aquél en el que se determina que la comunicación a lo largo del evento del nacimiento será la base para aceptar imprevistos que modifiquen planes originales.

2. Implicación de conductas carentes de ética: En ocasiones la pareja manifiesta sus deseos a través de comentarios como "No queremos que se haga una cesárea a menos que esté médicamente justificada." Esto implica que el médico hace cesáreas sin justificación alguna, y lógicamente resulta ofensivo para el doctor. En su lugar, se deben comunicar los deseos con base en los sentimientos, como por ejemplo: "Me sentiría sumamente decepcionada e incómoda si tuviera que requerirse de una cesárea."

3. Hostilidad: Si se comienza por asumir que el personal médico desea ayudar a sus pacientes a tener la experiencia que desean, es más probable que logren que médicos y matronas sean sus amigos y no sus enemigos. Hacerlos sentir cómo si fueran enemigos crea en ellos enojo y una actitud defensiva.

¿Por dónde se debe comenzar?

1. Qué desean y qué no desean.

Para elaborar un plan para el parto, se debe comenzar por establecer las condiciones o circunstancias que los futuros padres desean. El primer paso sería describir el parto ideal, pero también las cosas que no les gustaría que sucedieran.

El ejercicio que se propone a continuación es un buen comienzo para realizar un plan de parto, en el que deben contestarse las siguientes preguntas:

¿Cómo deseo que sea mi parto?

Lo que no me gustaría que ocurriera pero puede suceder. ¿Qué es?

Lo que no me gustaría que ocurriera y además tengo mucho miedo de que suceda. ¿Qué es?

Una vez establecido lo que se desea y lo que no desea, habrá que pensar en la accesibilidad de las peticiones. Para ello, es necesario conocer e informarse sobre las opciones que existen para el parto. Conocer acerca de las rutinas y procedimientos hospitalarios para la atención del nacimiento; lo que se hace, sus justificaciones, riesgos y beneficios así como posibles alternativas, para poder tomar decisiones informadas acerca de lo que mejor convenga y que ha comprobado ser bueno o saludable para la madre, el bebé y la familia.

2. Establecer prioridades por etapas durante el evento del nacimiento.

· Lo que desean tener y hacer durante la fase temprana del parto.

· Lo que desean tener y hacer durante la estancia en la sala de trabajo de parto.

· Lo que desean tener y hacer en la etapa expulsiva del parto.

· Lo que desean tener y hacer en el período inmediato después de nacido el bebé.

· Lo que desean tener y hacer durante la estancia en el hospital o clínica.

· Lo que desean tener y hacer en caso de requerirse una cesárea.

a) Determina el equipo de parteras o médico con el que van a comentar este plan de parto, ya que algunas cosas corresponden al ginecólogo y otras al pediatra.

b) Considerar las necesidades de la mujer en trabajo de parto desde todos los puntos de vista, así como a quien le corresponde responder a estas necesidades:

· Necesidades Físicas: seguridad, confort, contacto físico y caricias.

· Necesidades Emocionales: respeto, calma, reafirmación, paciencia, atención, darle ánimo, amor.

· Necesidades Mentales: opciones, qué esperar a continuación, sugerencias para el confort y el progreso, riesgos y beneficios de los procedimientos.

· Necesidades Sociales: compañía constante, comunicarse con médicos y personal de enfermería, hablar con familiares y amigos, tomar fotografías o video.

3. Establecer los métodos para la comunicación efectiva y la negociación:

Los principios de la negociación son:

· Metas de la negociación: arreglo en el que ambas partes ganen y queden conformes.

· Separar a las personas del problema. No es contra usted, es un problema que le atañe a usted.

· Enfocarse en los intereses no en las posiciones. No se trata de ver a quien le corresponde el poder.

· Inventar opciones para que todos ganen. Todos deben sentir que ganaron algo en la resolución del

conflicto. Muchas alternativas y opciones deben surgir durante la negociación.

· Insistir en utilizar criterios objetivos.

Fórmulas que ayudan en la negociación:

· Reconocer la experiencia y destreza del experto que proporciona el servicio de atención para la salud.

· Agregar información personal de lo que han escuchado leído o investigado.

· Escuchar y considerar lo que se esté diciendo o recomendando para conocer su punto de vista.

· Resumir los puntos importantes de la negociación.

· Responder con respeto y apreciación pero demostrando firmeza en las decisiones

Entre las frases que se deben anteponer a las peticiones están: ¿Nos podría ayudar?, Nosotros queremos…, ¿Cómo podríamos obtener?… Nosotros hemos pensado en…

Recomendaciones para elaborar el plan para el parto.

· Hacer un ejercicio mental en el que se repasen las diferentes etapas del evento del nacimiento para reconocer los deseos y necesidades que van a comentar y negociar con el ginecólogo o el pediatra.

Algunas ideas sobre momentos o circunstancias que pueden requerir de un trato o manejo individualizado son:

Para mamá durante el trabajo de parto y el nacimiento:

Si llegan a la semana 40 y el parto no ha comenzado.

El tiempo en el que van a permanecer en casa durante la fase preliminar del parto.

Lo que desean comer o beber.

En qué momento se trasladarán al hospital.

La llegada al hospital y las rutinas de ingreso (rasurado del pubis, enema, suero, etc.)

Posiciones y medidas de confort en la sala de labor.

Monitor fetal continuo o intermitente.

Si desean o no la aplicación de anestesia.

Posibilidad de pujar en la sala de labor en posiciones más favorables.

Procedimientos de rutina en la sala de expulsión.

Deseos de tener al bebé en brazos y acercarlo al pecho cuando nazca.

Para el bebé en la sala de partos y después de nacido:

Procedimientos de rutina.

Tener al bebé el mayor tiempo posible con ustedes en la sala de parto.

Alojamiento conjunto.

Lactancia materna exclusiva.

Para el papá:

Permanencia en todo momento con su pareja.

Cortar el cordón umbilical.

Cargar al bebé.

Estas son tan solo algunas ideas y condiciones que pueden llegar a negociarse. Cada pareja tendrá que reflexionar sobre sus muy personales deseos y necesidades.

Elaborar un plan para el parto brinda la oportunidad de anticipar situaciones que pueden resultar incómodas o sorpresivas por no haber pensado en la posibilidad de que sucedieran. Al negociar con el personal de salud las preferencias, se llevan a cabo uno de los derechos del paciente: tomar decisiones informadas y hacer del nacimiento de su hijo una experiencia saludable, única, inolvidable, compartida y responsable.

Matrona Alina Valdivia

@matronamalur

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