top of page

LAS CAPACIDADES DE TU BEBÉ AL NACER

CAPACIDADES DEL RECIÉN NACIDO

Sentido de la vista

Generalmente pensamos que los bebés son una página en blanco y que no traen memoria o habilidades, nada mas lejos de la realidad si creemos eso de nuestros bebes, poseen capacidades que se van perfeccionando con el tiempo al madurar sus sistemas pero el sentido de la vista se desarrolla ya desde la aparición de la retina en el periodo de gestación, la sorprendente capacidad de respuesta de los recién nacidos desde el nacimiento, poseen la capacidad de ver. Muestran preferencia por la cara humana y se sienten especialmente atraídos por los movimientos al gesticular. La atracción principal está en el movimiento de los ojos y de la boca; los ojos son lo que más les llama la atención.

Cuando se encuentran en el estado de conciencia alerta tranquilo, los recién nacidos tienen una mirada de curiosidad muy especial; ésta adquiere brillo y sus ojos se abren al tiempo que dejan de moverse y succionar y se quedan muy alertas y quietos; son capaces de hacer contacto visual, es una interacción humana esta es un aptitud elemental a la hora de generar el vínculo afectivo, poseen mejor visualización a una distancia de 20 cm. No es de sorprender que ésta distancia es la misma que hay entre la cara del bebé y los brazos de la madre al momento de amamantarle.

Si los objetos se encuentran más cerca o más retirados de ésta distancia los verá borrosos y perderá el interés en ellos. La habilidad de ver y enfocar los diversos objetos, ocurre principalmente durante el estado de alerta tranquilo. Se puede jugar con el bebé con una pelota por ejemplo de color azul o rojo a la que el bebé fijará la mirada y seguirá con movimiento, pues posee la capacidad de girar la cabeza para seguir los objetos que llama su atención. Los bebés pueden procesar la información de lo que ven, recuerdan lo que han visto y utilizan esta información. El talento visual del recién nacido no solo se basa en un reflejo de movimiento ocular, sino también en una función cerebral superior.

Habilidades del sentido del tacto.

La piel es el órgano más grande del organismo. El sentido del tacto se activa tempranamente durante la vida intrauterina, ya que el feto está rodeado y es contenido por el líquido amniótico y el útero desde el comienzo de la vida fetal, todos cuando tenemos un bebe todos le cargamos, abrazamos, acariciamos, mecemos y caminamos con ellos en brazos y se pueden usar tantas otras medidas que implican tacto y movimiento para calmar al bebé. Tanto padres como hijos parecen estar preparados para gozar de esta experiencia.

Los niños son capaces de responder a otros aspectos del tacto como variaciones en la temperatura, textura, humedad, presión y dolor. Se sabe que los labios y las manos tienen el mayor número de receptores del sentido del tacto; todos hemos observado la forma en que los niños parecen sentirse muy felices cuando se chupan sus dedos. El sentido del tacto es la mayor fuente de placer para auto-consolarse, explorar el mundo que les rodea e iniciar el contacto.

El Dr. Ashley Montagu, explora el significado del contacto de la piel en distintas especies de animales así como en los humanos en su libro "El Sentido del Tacto". Se han realizado muchos estudios para demostrar el significado del contacto físico amoroso para el adecuado desarrollo de los bebes. En niños prematuros por ejemplo, se ha visto que cuando a los padres se les permite tocar y acariciar a sus bebes mientras se encuentran en incubadoras a través del método canguro, es un ejemplo extraordinario del significado del contacto físico para el desarrollo de los prematuros, este programa se inició en un hospital en Bolivia.

En el programa, los bebés prematuros mantienen contacto piel a piel con sus madres o la persona que la supla en algunos momentos, las 24 horas del día. Estos bebés incrementan su peso, se desarrollan, crecen y maduran más rápidamente que los prematuros que se mantienen en incubadoras. A los bebés les encanta ser acariciados! Necesitan del contacto físico tanto como del alimento.

El sentido del oído.

Meses antes de nacer, la capacidad de oír está presente y bien desarrollada. Pueden distinguir entre los diferentes tipos de sonido y su intensidad; distinguen voces, sonidos familiares y desconocidos, y pueden además determinar el lugar de dónde proviene el sonido estando aún in útero.

Después de nacer los bebés tienen preferencia por las voces agudas. Es interesante notar de la manera en la que le hablamos a los bebés, es una conducta universal que se distingue por un tono de voz agudo La manera como los bebés voltean su cabeza hacia la fuente de donde proviene el sonido, es sin duda un proceso para percibirlo mejor.

Pero también puede significar una respuesta que le permite al bebé, experimentar el entorno al máximo. Los bebés cuentan con un control natural en sus bocas y ojos mientras escuchan algo que les interese; pueden además indicar sus preferencias modificando el ritmo de succión. Por ej., cuando se les colocan audífonos y se les permite escuchar una cinta con voces de hombre y de mujer, succionan a una velocidad mayor o menor dependiendo si el sonido proviene de una voz masculina o femenina.

En un estudio de investigación, se colocaron audífonos en los oídos de los bebés para que escucharan una cinta de audio con las voces de hombre y mujer; se alternaron las voces masculina y femenina y como resultado se observó que once de doce de los bebés succionaron con mayor rapidez al escuchar la voz femenina; estos mismos bebes pronto aprendieron, que si querían escuchar la voz de su preferencia (generalmente la de la mujer), tenían que modificar el ritmo de succión. Esto confirma, que bebés de uno o dos días de nacidos, tienen la capacidad de controlar su entorno, igual que los adultos controlan parte del suyo cuando ponen música de Mozart en lugar de rock pesado.

Para saber si los bebés tienen memoria de lo que han escuchado durante los meses en que se encuentran en el útero materno, se realizó el siguiente estudio: un grupo de madres leyeron en voz alta el mismo cuento durante las últimas seis semanas y media del embarazo dos veces al día. De tal forma que cada uno de esos bebes, estuvieron escuchando por un total de cinco horas, la misma historia una y otra vez hasta cuando nacieron. A los tres días de nacidos, se les puso una cinta con dos historias distintas (una de éstas era la que su mamá les había leído mientras se encontraban aún en el útero, y la otra era una historia nueva).

El resultado de la investigación, mostró que quince de cada dieciséis bebes, succionaron con el ritmo requerido para lograr que la cinta de audio fuera la del cuento que les era familiar. Se ha demostrado también, que los bebés son capaces de coordinar la vista, sonido y memoria relacionado con la voz de su madre, en las primeras dos semanas de vida.

En otro estudio, fue fascinante observar, cómo los bebés presentaron mucha confusión y malestar cuando escuchaban la voz de la madre, cuando aparentemente procedía de la cara de otra mujer, o bien si veían la cara de su madre mientras escuchaban la voz de otra mujer. Estos mismos bebes solamente se calmaron cuando las situaciones eran las correctas (que la cara de la madre correspondía a su voz).

Sentido del gusto.

De igual forma que los otros sentidos, el gusto se encuentra altamente desarrollado en el bebé al nacer. Observaciones cuidadosas de las preferencias de los bebés, han mostrado que los recién nacidos tienen la capacidad de discriminar sabores, y responden a mínimas alteraciones químicas en los alimentos que se colocan en su lengua. Muestran placer con lo dulce y aumentan el rechazo conforme prueban lo salado, ácido o amargo.

Sentido del olfato.

Los bebés pueden también distinguir y reconocer diferentes olores. Después de responder a nuevos olores, rápidamente se adaptan y pierden el interés una vez que el olor se vuelve familiar. Esta conducta, igual que con los otros sentidos, es una capacidad característica de los bebés llamada "habituación".

Cuando un nuevo olor se hace presente, muestran interés moviendo su cabeza; el nivel de actividad de su cuerpo y el ritmo de su corazón también cambia. Alrededor del sexto día de nacidos, los bebés reconocen inclusive el olor de sus madres correspondientes; así mismo distinguen el olor de la leche de su mamá cuando se les presentan gasas mojadas con leches de diferentes mujeres. Los bebés tienen la capacidad de reconocer el olor de su madre.

Respuestas de los bebés al movimiento.

Al explorar los efectos del movimiento, se puede observar que los bebés no solo muestran individualidad en el grado de actividad con que se mueven, en sus respuestas al estímulo del movimiento y en relación con su personalidad, sino que también las prácticas de distintas culturas y razas, afectan la manera como los bebés se mueven o bien responden al movimiento.

La mayoría de los bebés se calman y disminuyen su actividad cuando se les mece. Es muy estimulante observar en las conductas del bebé, la forma como el movimiento de su cuerpo se sincroniza con el diálogo del adulto cuando éste le habla. El cuerpo del bebé se mueve al ritmo de la voz de su madre, efectuando una especie de "danza" conforme la madre continúa hablándole. Estos movimientos pueden ser muy sutiles -ligera elevación de la ceja, extensión de un pié, o elevación de un brazo- los movimientos corporales del bebé se coordinan con los elementos del lenguaje de quien les habla, aún incluyendo las pausas y cambios en los patrones de sonido.

Las caras de los bebés y los gestos que producen tienen una especial fascinación para la mayoría de los adultos. De la misma manera como la madre se interesa en la cara y gestos de su bebé, él llega a este mundo con la misma fascinación por la de su madre. Los bebés no solamente responden a lo que ven en su cara, sino que además pueden imitar algunas de sus expresiones. Los estudios realizados demuestran la forma en la que los bebés sacan la lengua, abren la boca y fruncen los labios imitando éstos gestos cuando se repiten.

Las expresiones faciales de los recién nacidos son similares en todas las culturas. Para demostrar sentimientos comunes de temor, tristeza, gozo, disgusto y enojo, la cara humana se expresa mediante un lenguaje universal. Como se mencionó con anterioridad, los recién nacidos con capaces de imitar las expresiones faciales: éstos enfocan su mirada en los ojos y la boca de quien les habla y observan sus expresiones. Se desconoce si las expresiones faciales corresponden a sentimientos o tan solo son imitaciones. Conforme los bebés crecen, su cara muestra expresiones que evidentemente corresponden a sentimientos genuinos y no son tan solo imitaciones.

Al observar a una madre con su recién nacido, resulta muy fácil comprender que las habilidades y los talentos con los que cuenta el bebé al nacer, se traducen en conductas que buscan una respuesta, un acoplamiento, para establecer una relación fundada en el amor. El bebe no es, como se pensaba hace unos años, un individuo con capacidades limitadas a llorar, moverse, dormir y comer. Es, sin duda alguna, un ser humano capaz de comunicarse para recibir los cuidados necesarios que le permitan crecer y desarrollarse saludablemente. Todo lo que necesita es que mamá comprenda y ponga atención a sus señales.

La relación de la madre con su recién nacido es sorprendente. La madre cuenta con una receptividad y una apertura inusual durante las primeras semanas de vida de su hijo, con objeto de aprender acerca de su bebé y percibir sus necesidades a través de todos sus sentidos. El talento, habilidades y sentidos del recién nacido corresponden de igual manera a la sensibilidad y estado de alerta por parte de la madre.

Ella cuida del bebé y él recompensa a su madre por sus caricias, besos, abrazos, y su prolongada contemplación, mirándole a los ojos, sonriendo, respondiendo a su voz así como calmándose cuando lo toma en los brazos. La madre y el bebé tienen una forma especial para corresponderse física, hormonal y emocionalmente; se comunican y responden mutuamente a través de una serie de niveles sensoriales y sociales que tienen como finalidad conformar una pareja.


Recent Posts
Archive
bottom of page